Páginas

13 dic 2011

"La esplendidez del Jeque Mansour en el Man City es el signo de los nuevos tiempos"



Las cantidades insufladas en el Man City son asombrosas, pero las quejas de clubes como el Arsenal, que se aprovechan de accidentes de geografía, suenan a hueco.

El Manchester City sabía que la temporada 2011/12 sería el año en el cual su propietario de Abu Dhabi, el jeque Mansour Bin Zayed al-Nahyan, haría frente a la mayor perdida cometida nunca por un club inglés. Así lo hizo y las perdidas son extraordinarias. En un tiempo de recesión y crisis económica en  Manchester, Inglaterra y Europa, el vástago de la familia gobernante de Abu Dhabi, que ha heredado la propiedad del 9% de las reservas petrolíferas mundiales, ha gastado 157 millones de libras en jugadores y asumido unas
perdidas de 200 millones de libras.

El Manchester City es el perenne perdedor a quien su antiguo centrocampista Paul lake definió en su autobiografía de los 80 y 90 como el club de los sueños rotos,de las lesiones y de la depresión. Un libro en el que afirma sentirse todavía incrédulo de haber recibido tal inversión. El jeque Mansour que asumió esas perdidas de mas de 300 millones de libras en 2011 ha asumido ya unas perdidas totales de 800 millones de libras desde que llegó al City. En la ciudad de Manchester los hinchas del City aun no se lo creen y siguen cantando una canción que dice que "esto no es real".

Aquellos que sienten o discuten que esto no es lo que el fútbol debería ser, obviando el análisis racional de como los salarios de los futbolistas están siendo aumentados e inflacionados y obviando si el City cumplirá con las normas de "fair play" de la Uefa, están en su perfecto derecho de decir que son correctos en un sentido histórico. La Premier League, repite blandamente que ellos son neutrales en lo que concierne a propietarios. Así quieren decir que no tienen opinión acerca de que forma de propiedad es decente o inapropiada. Este asunto crea la sensación de que están paralizados ante la cantidad de propietarios extranjeros a los cuales nunca se esperaba. Ellos intentan argumentar que nunca fue esa su intención, que millonarios despilfarraran sus fortunas en clubes de fútbol. Y que en el caso de suceder nunca fuera en esta escala.

Propietarios de clubes tales como la familia Moores (1) en Liverpool financiaron al Everton hasta cierto punto. De otros propietarios se puede decir que hicieron lo mismo. Pero ese dinero nunca fue destinado a firmar jugadores o a saldar deudas desproporcionadas. Durante mucho tiempo en la historia del fútbol siempre hubo algo así como un máximo o tope al que pagar a los jugadores, lo que hacia lo anterior innecesario. En el caso del City o del United, Peter Swales o la familia Edwards respectivamente (2), nunca pusieron dinero de  sus bolsillos y nunca jamás se aprovecharon de su situación de propietarios de los clubes.

Jack Walker, en los años del comienzo de la era Premier, fue el primero en conquistar un campeonato gracias a depositar fortunas en el Blackburn Rovers provenientes de sus propios cofres. Los millones que necesitó y las 10 mil libras semanales que pagó a su delantero Crish Sutton , que asombraron a la sociedad de entonces , parecen ahora naderías en esta sociedad de plutócratas. Roman Abramovich, primera espada y beneficiario del saldo de la subasta petrolífera a la que sometió el estado ruso a sus compañías estatales, ha gastado desde entonces 750 millones de libras en tratar de conquistar títulos con el Chelsea.

Pero 800 millones de libras gastados en tres años es algo sin precedentes. Es el tiempo que va desde que el City acabó noveno y abocado hacia el colapso financiero en manos de Thaksin Shinawatra, antiguo y fugitivo primer ministro de Tailandia, hasta hoy. Casi todos esos 800 millones han sido destinados a la compra de jugadores y a pagarles una media de 160 mil libras semanales (3). De hecho el nuevo estadio del Manchester City habia sido construido por la alcaldía de la ciudad de Manchester para celebrar los juegos de la Comonwealth del 2002. Posteriormente se reformó para uso exclusivo de fútbol con el capital de la lotería estatal y de dinero público. Las inversiones  del jeque Mansour han sido destinadas a una mejora del acceso de los fans al estadio, de las instalaciones de entrenamiento del equipo y de una mejora considerable en las oficinas del club. Pero lo cierto es que la gran mayoría de esos 800 millones han sido dirigidos sólo a pagar fichajes de jugadores y sus desorbitados salarios.

Aquellos que se mofaban de que algo así no podía funcionar. Aquellos que se creían que los egos de los jugadores no cuajarían en algo productivo se han tenido que quedar callados esta temporada. Mas aún después de la victoria por 1/6 contra un Manchester United al que sus propietarios no sólo no han dado ni un duro sino que ademas han desviado casi 600 millones de libras. Quejas de clubes tales como el Arsenal suenan huecas también teniendo en cuenta que su nuevo propietario, el multimillonario americano Stan Kroenke, ha hecho propias las prácticas de los Glazer en el Manchester United y no tiene intención de invertir dinero en el equipo. El propio Arsenal se ha beneficiado de un accidente geográfico. Su estadio de 60 mil espectadores fue financiado gracias en gran parte a los precios que rigen la propiedad inmobiliaria de Londres. Esos precios convirtieron al antiguo Highbury en una bicoca a la que se sumo una masa de fans del nuevo sureste de la capital dispuestos a pagar unos precios desorbitados por pases de socios en el mundo del fútbol de hoy en dia (4).

En el fútbol inglés los grandes clubes se hacían grandes gracias a las enormes capacidades de sus estadios. Había un reparto más justo de los beneficios de la televisión que hacía que las cosas no se dispararan. Ahora ya no hay ese modelo de autosuficiencia por el que los técnicos del Arsenal imploran (5) o por el que las nuevas reglas de justicia de la Uefa se quieren implantar. Hoy en día llevar a un club hacia el éxito no es un asunto de ponerse en manos de una "crazy gang" de jugadores (6) o del genio alquimista de alguien como Brian Clough. Sólo es necesario uno de los hombres más ricos del planeta y 800 millones de libras. Eso anunció el Man City el pasado viernes.




(1) John Moores fue un empresario filántropo que creo la compañia "Littlewoods". Entre 1961 y 1977 fue presidente del Everton fc.
(2) Peter swales fue presidente del Man City desde el 1973 al 1993. La familia Edwards dominó el Man United desde 1965 hasta 2003.
(3) Hoy día el jugador mejor pagado del Manchester City es Carlos Tevez. El "apache" proscrito cobra 1 millón de libras mensuales.
(4) Recientemente en Londres un reventa llegó a pedirme 250 libras por ver el Chelsea/Valencia. El pase de temporada es demencial.
(5) y (6) Se refiere evidentemente al genio romántico Arsene Wenger y a la incalificable y maravillosa banda del Wimbledon de los 80.




Escribió este articulo en las paginas del diario The guardian su periodista y fan del Man City , David Conn. Era el 18 de noviembre 2011.




Scarf the Eunuch

No hay comentarios:

Publicar un comentario