Páginas

The Ruffians

Mi nombre es Skarvos Eunukupoulos, soy nativo de Itaca y un día abandoné mi patria siguiendo a Ulises el astuto. Navegamos muchos mares, mares procelosos y mares pacíficos. Vimos muchas tierras. Vimos mundos inimaginables. Conocimos la belleza del mundo y sus gentes. Todo eso conocimos y espero que algún día sigamos conociendo.

Un día nuestro grumete avisto las islas esmeraldas y allí comenzaron mis males. la isla esmeralda era muy hermosa. Era tan hermosa que un día paseando abandone a Ulises y me adentre en sus bosques. Espero algún día escapar de allí.... Mientras caminaba una extraña luz me dirigía. Su fulgor ejercía una extraña suerte de atracción en mi. seguí caminando hasta alcanzar ese misterioso lugar. Era una casa. Una casa humilde en la que se podía leer una inscripción:"Bienvenidos a la Casa de Quebec".

Salio a recibirme una doncella. su sonrisa era prístina. sus ojos oceánicos, los bucles que descendían de su luenga cabellera eran encarnados. Me dijo que su nombre era Quebec y me tomo de la mano. Me invito a franquear el umbral. Dijo que yo era su huésped y quería reponerme de mi fatiga. De un viejo barril escancio una copa de liquido oscuro y todo se nublo.

Me vi envuelto en un sopor de siglos. Mi mente no razonaba y solo veía la transformación de Quebec. Quebec era una hechicera. La mas peligrosa de las hechiceras. Me supe perdido y encadenado a ella por el resto de mis días. Quebec reía con lujuria. Su cuerpo ya no era el de aquella hermosa doncella. Su cuerpo era el de una meretriz lujuriosa. De sus orejas puntiagudas nacían gruesas crines, de su nariz purulentas excrecencias, su boca babeaba y sus ojos eran glaucos. Doce eran sus ubres. Me dijo que a mi me alimentaria con la mas núbil. Quebec quería ser madre y yo era el elegido. Pasaron siglos y tuvimos muchos hijos.

Estos son....





Arcipreste Wonderer es el cancerbero.
Es el guardián de los libros de Quebec.
Nada ni nadie puede arrebatar su ira cuando sus hermanos cometen un error. Es grande y voluntarioso. Es tan grande como grande es su corazón.
Arcipreste es el primogénito.

Hasidico Lubavitch.
Creo que heredo de mi la astucia que conocí en Ulises.
Es pacifico y sosegado. siempre equilibrado y justo. Su palabra es calmada pero sabia. Muchas veces reprende a su padre por exaltarse y no le falta justicia.
Hasidico es la razón.

Travis Trilereouise.
Es el hijo rebelde. Nunca esta de acuerdo con su padre. -además durante las noches se escapa para circular por Quebec con extraños vehículos. Cree ser un auriga que dirige la revolución. Algún día entenderá a su padre.
Travis es la rebeldía.

Marques de Palace.
Es el confidente de su padre. Si fuera italiano lo llamarían "il consigliere". pero a el no le gusta serlo. Desde su mas tierna infancia guarda en un arcón las imágenes y estampas de todos nosotros. De lo que fuimos y seremos.
El Marques es la memoria.

Ettore Elbou.
Prueba los vinos con los que la hechicera de Quebec nos deleita. Si el vino es bueno recuerda que Baco habita en nuestra casa. Si el vino es malo le dice a su padre que lo escupa. También es revoltoso y gusta de corretear por la casa.
Etore Elbou es la constancia.


Chesterton el Libertino.
Es el hijo favorito de su madre, por eso un día le levanto la mano a su padre. Chesterton es caliente y para calmar sus arrebatos corre en bicicleta. Su sueño sería seducir a una doncella y que su cuerpo fuera útil.
Chesterton es la lujuria.

A nuestros seis hijos siguieron tres engendros. Tres espectros sordomudos.
Son Espectro Caballer, Espectro Brunchu y Espectro Mangamarmenor.
La familia de Quebec los quiere como a otro hijo mas. No hablan ni sienten, pero forman parte de la familia.
Los espectros son las voces olvidadas.
Tupac Amaru.
Vino después y trajo el rock and roll. Nunca nadie antes en la Casa de Quebec había conocido esta música. Tupac Amaru se encarga de la economía de la casa y de nuestra fonoteca. A veces nos sorprende con unos bailes extraños.
El es el baile, el es la acción!!!

Sucinto Vecchio.
Es el benjamín. El niño pequeño al que todos sus hermanos tratan de enseñar. No conoce ni sabe nada. Solo llora con un llanto menguado y breve. A veces berrea con voces que solo Ettore Elbou puede entender.
Sucinto es vecchio, pero el es el futuro.

Estos son nuestros hijos. Son los hijos de Skarvos y de Quebec. Son los hijos de un marinero y de una bruja hechicera. mi lengua ya no la hablan y a su padre lo han llamado "Scarf the Eunuch" para hacerlo mas sencillo.

A veces los saco al parque y somos once. A veces cuando los saco a jugar la hechicera de Quebec crea un truco e inventa un equipo rival. Los once de Quebec tienen entrenador. Mis hijos son once y yo su entrenador.

Vendrán mas hijos sin duda, vendrán mas hijos. Pero ahora mismo estos son mis hijos. los que defienden la camisa de Quebec.

Y ellos son los once de Quebec que irán siempre al combate como su padre les ha enseñado.

Ir al combate sin miedo a la derrota...El escudo de Quebec.



































La Casa de Quebec