Exigencia

El Jueves 27 de abril quedará marcado en el la memoria valencianista como el dia de la ilusión.

Los precedentes, la historia y la estadística nos contaban que hacía no sé cuantos años, que el Valencia no remontaba un 2-0 en contra en competición europea. Que en los 155 duelos frente al odioso equipo del Manzanares, eterno segundón.... daba la ligera ventaja de 59 victorias, frente a 56 derrotas, con 40 empates para completar la cifra. Que en teoría, un equipo que marcha tercero, contra otro equipo que naufraga en la media tabla, no debería ser rival para complicarte el pase a una final. Y que el Valencia nunca había desaprovechado la oportunidad de pasar a una final europea, llegando a semifinales. Eso por un lado.

Por el otro... un equipo que en su segunda vuelta tiene números de descenso, con una rotura de la unidad de vestuario-entrenador-presidente evidente, con un entrenador que navega a la deriva en sus decisiones, y un equipo sin alma (o como diría Tupac, de desalmados), sin espíritu, sin ese plus que engancha a sus aficionados. Y situados en el marco geográfico de una eliminatoria donde en la ida se realiza uno de los partidos mas vergonzosos en la historia reciente del club.

Con todo eso, el trabajo desde el club, desde la prensa, desde los jugadores...fue magnífico. Se intentaba  vender una remontada que se antojaba complicada, pero que con el esfuerzo de todos y el principal empuje de la afición, se llevaría a cabo. Y nos engañaron, nos engañaron, otra vez, con dejarnos entrar gratis al partido. Y eso hicimos, la afición al servicio del club. Nos olvidamos de los huesos rotos en gasolineras, de ver como un delincuente portugués viste el brazalete de capitán, de los castigos absurdos a jugadores, de la impunidad hacia otros, de aguantar el tedio de un equipo que marca un gol y se viene abajo, de observar la vergonzosa imagen en la ida, de un presidente cobarde que tira a los leones al entrenador y lo utiliza como escudo personal, de no haber visto 2 alineaciones iguales en 4 temporadas, de pistolas, de eternos capitanes, de centrales de vértigo con psicología de infantes ...Y tras olvidarnos de todo eso, Valencia y su afición se ilusionó. Creíamos que era posible.

Mestalla completo hasta la bandera (como me gusta esta expresión), el empuje, el sentimiento desde la grada fue grandioso, por momentos la afición fue ese jugador nº12 que tanto se pide; caliente, intensa y ruidosa. Y el equipo respondió, salió bien, profundo, abierto,  intenso, con ganas, atacando, eliminando al rival, mucho ímpetu, mucho corazón....pero con poco futbol, muy poco futbol. Quiza faltó la anuencia de Fecioara Maria para que el balón entrara en alguna ocasión. Otra hubiera sido la situación. Pero no lo fue. Terminó la primera parte, con un sabroso gusto que en la segunda llegaría el milagro...como diría mi  admirado Don Luis "Los Jueves...milagro"

Pero no fue así, la segunda parte se convirtió...otra vez, y no sé cuantas segundas partes van....en la confirmación de un equipo insulso, sin carácter, que no transmite, que no engancha, mentalmente débil,  que no sobrepone las adversidades. Y la desgracia de Canales, otra vez Canales....el único efectivo ilusionante, volvió a caer lesionado. Este varapalo terminó de hundir la moral de un equipo que no desborda carácter. La remontada era ya un imposible....e inalcanzable con la pérdida de balón de Parejo y el gol de Adrián.

Jugadores que saben que el entrenador no continuará la próxima temporada, y no muestran el espíritu y la ilusión hacia un objetivo real  de una competición como la  UCL. Entrenador desbordado por sus decisiones, que vive con el yugo del presidente cada vez más cerca del cuello. Esta es la realidad. Y ahora, el Málaga. Otra final como Stamford Bridge, Gelsenkirchen, Sevilla, Bernabeu...donde no tenemos buena estadística.

El futuro se presenta complicado, sólo espero que esta afición que siempre, y hoy con especial ímpetu, mostró su ilusión, su sentimiento, su devoción, su empuje, su pasión....y que tan exigente es a la hora de silbar un pase atrás al portero, una circulación larga, un cambio, un mal pase, una alineación no habitual....a final de temporada sea igual de decidida en señalar, exigir responsabilidades y mostrar su disconformidad con el proyecto de este Valencia CF estilo "Hacendado" que nos están intentando colocar, y que nunca pasa por el filtro de la opinión los aficionados....se le exige al entrenador, a los jugadores, pero...y los dirigentes?

El Marqués de Palace